Los investigadores examinaron las respuestas de 476 adultos que trabajaban a
quienes se encuestó sobre su conducta con respecto al ejercicio y su confianza
en el manejo de los conflictos entre el trabajo y la familia. Los que hacían
ejercicio con regularidad parecían experimentar un mayor sentimiento de
competencia que abarca a los roles laborales y del hogar, señalaron los autores
del estudio.
"Si por ejemplo usted corre dos millas o sube 10 pisos de escaleras en el
trabajo y se siente bien consigo mismo por hacerlo, eso se traducirá y abarcará
otras áreas de la vida", planteó el autor del estudio, Russell Clayton, profesor
asistente de administración en la Universidad de Saint Leo, en Florida.
"Hallamos que [los participantes] que hacían ejercicio se sentían bien consigo
mismos, que sentían que podían lograr unas tareas difíciles, y que eso abarcaba
a la vida laboral y a la familiar", continuó Clayton.
El estudio será publicado en una próxima edición de la revista Human Resource
Management.
Incontables investigaciones han mostrado que el ejercicio reduce los niveles de
estrés mental y físico, pero pocos estudios se han enfocado en si la reducción
del estrés ayuda a empoderar a los individuos para gestionar mejor el balance
entre el trabajo y la vida.
Clayton dijo que el estudio se originó como un "proyecto personal" después de
darse cuenta de que su fidelidad con el ejercicio le daba una perspectiva sobre
la integración del trabajo y la vida. En el estudio también participaron
investigadores de la Universidad de Saint Louis, de la Universidad de Houston en
Victoria y de la Universidad Estatal de Illinois.
Clayton reconoció que el método de investigación que los autores del estudio
utilizaron (hacer que los encuestados respondieran a las preguntas y luego
analizar las respuestas mediante una técnica matemática) no ofrecía cifras
firmes para los resultados.
Poco más de la mitad de los participantes, el 55 por ciento, eran mujeres.
Además, según el estudio, los participantes trabajaban en promedio unas 40 horas
semanales y su edad promedio era de 41 años. Alrededor del 29 por ciento tenían
al menos un hijo menor de 18 años que vivía en casa.
Aunque el estudio halló un vínculo entre la actividad física y unos informes de
un mayor empoderamiento en el hogar y en el trabajo, no probó una relación
causal.
"Pero las asociaciones entre el ejercicio y el balance entre trabajo y vida
existen, y son muy potentes", planteó Clayton.
Pero para aquellos que no hacen ejercicio con regularidad, la idea de añadir ese
régimen a un apretado horario para mejorar los niveles de estrés podría parecer
contraintuitiva, anotó Clayton.
Pero defiende la idea de "los momentos robados" para el ejercicio, que se
acumulan, como subir las escaleras durante cinco minutos o hacer saltos de
tijeras durante 30 segundos.
"Esperamos que nuestra investigación pueda ser un grano de arena en la playa de
evidencia con la que contamos para obligar a las corporaciones... a animar a los
empleados a hacer ejercicio", añadió.
La Dra. Natalie Digate Muth, vocera del Consejo Americano del Ejercicio
(American Council on Exercise), dijo que el estudio amplía la evidencia de que
la actividad física ofrece beneficios más allá de los obvios.
"Las personas lo deben considerar como una inversión. Si dedica algo de tiempo a
la actividad física, quizá solo esté activo durante 30 minutos al día, pero la
productividad y la concentración mental que obtendrá superará por mucho el
tiempo que le dedique, desde una perspectiva del trabajo y de la familia",
planteó Muth.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Russell Clayton, Ph.D., assistant professor, management, Saint Leo
University, Saint Leo, Fla.; Natalie Digate Muth, M.D., M.P.H., R.D.,
spokesperson, American Council on Exercise, San Diego; upcoming issue, Human
Resource Management
HealthDay