BIOLOGIA DEL DESCANSO

Por Alberto Martínez-Arrazubi

Todos los animales necesitan descansar y reducen su actividad siempre que les es posible,  puesto que el propósito del descanso es triple, ahorrar energía, restaurar el organismo, reponiéndolo en su situación inicial para poder así reanudar su actividad y liberarlo de los productos de desecho generados durante el periodo de vigilia.

El sistema nervioso de los animales superiores se ha hecho cada vez más complejo y más importante para el funcionamiento global del organismo, pero también exige una mayor dedicación y mantenimiento más esmerado, que incluye pausas y restauraciones periódicas.

Las células que durante el periodo de vigilia han estado más activas han sufrido un cierto deterioro y han ido acumulando a su alrededor productos de desecho, derivados de los neurotransmisores y de las hormonas intervinientes en los procesos nerviosos, deben someterse a un plan de limpieza y restauración, que les permita reanudar con éxito los retos posteriores.

Algunos estudios han demostrado que el patrón del sueño en los adolescentes es diferente al de niños y adultos, constatando que durante la adolescencia el ritmo circadiano o reloj biológico interno sufre un reajuste temporal y se retrasa la hora de dormir y la de levantarse.

Este cambio en el ritmo circadiano puede estar relacionado con el retraso en la producción de melatonina  de los adolescentes, en comparación la de los niños y adultos, que puede dificultarles para poder seguir el modelo habitual y conciliar el sueño por las noches.

Otra explicación a su comportamiento anómalo podría estar relacionado con la mayor presión social que les estimula a rendir en los estudios y en el trabajo, frente a la que tenían en la etapa infantil, además del incremento de otras ocupaciones de tipo lúdico o deportivo que les exigen mayor dedicación de su tiempo libre. En consecuencia para los adolescentes, que normalmente sólo duermen seis o siete horas cada noche, el hecho de perder alguna hora más de sueño puede a medio plazo generar un déficit importante.

Para muchas personas el tiempo empleado en el descanso y en el sueño es un tiempo perdido, que no ha sido dedicado al desarrollo de las actividades más nobles del ser humano y esta limitación no la aceptan de buen grado, sino con autentica resignación.

De ahí que traten de reducir al máximo los tiempos destinados al sueño y se sientan orgullosos de poder ir liberándose, aunque sea parcialmente, de esa limitación o rémora biológica, más propia de los primates que del todopoderoso “Homo Sapiens”.

Los expertos afirman que el dormir es imprescindible para:

1.- Depurar y borrar de nuestro cerebro todos los registros no necesarios, que se han ido acumulando a lo largo de la vigilia.

2.- Consolidar en la memoria los nuevos conocimientos adquiridos.

3.- Neutralizar los radicales libres, que hemos tenido que concentrar durante los procesos metabólicos.

4.- Degradar las proteínas amiloideas, que aparecen como inductoras del Alzheimer.

5.- Efectuar por todo el organismo y especialmente en las neuronas las reparaciones celulares más delicadas.

6.- Restablecer los equilibrios hormonales perdidos en la vorágine diurna.

7.-Recuperar y reordenar los sistemas inmunitarios para la defensa, frente a los microorganismos externos, que tratan sistemáticamente de invadirnos.