LA ESPECIE HUMANA

Los actuales seres humanos somos mamíferos pertenecemos al orden de los primates, clasificados en la tribu de los “hominini”, en el género de los “homo” y en la especie “sapiens”. En síntesis los actuales seres humanos pertenecemos a la última de las especies del genero “homo” que han vivido en la tierra.

Los antropólogos no acaban de ponerse de acuerdo, si fueron solo 5 o hasta 9 las distintas especies del genero “Homo” y por lo tanto seres inteligentes, que poblaron la tierra en los últimos dos millones de años. Ellos reconocen la existencia de varias especies distintas dentro del género “homo” entre las que destacan: H. Habilis, H. Erectus, H. Eidelbergensis, H. Neanderthalensis y H. Sapiens. Otros incluyen además H. Antecesor, H. Rhodesiensis, H. Georgicus, H. Pekinensis y la posibilidad de ir descubriendo nuevas especies en virtud de los programas de investigación actualmente en marcha.

Nuestra especie parece que surgió del continente africano hace al menos 250.000 años, convivió con otras especies “homo” como los Neandertales de cuya inteligencia y fortaleza física nadie duda, pero se extinguieron al igual que otras especies de homínidos por causas todavía no descubiertas.

De ellos se sabe que eran inteligentes, capaces de planificar, diseñar y construir herramientas de gran precisión, que eran físicamente más fuertes que nosotros y que tenían una capacidad craneal igual o superior a la nuestra y sin embargo desaparecieron.

Quizá una de las causas pudo ser la competencia con nuestra propia especie, puesto que es conocida la dificultad de coexistencia de dos especies semejantes en un mismo nicho ecológico y es un resultado habitual la desaparición de la especie más débil.

Su extinción también pudo acelerarse merced a los profundos cambios climáticos y a las nuevas circunstancias medioambientales acontecidas en los últimos 50.000 años, como la última glaciación, a la que no hubieran podido adaptarse.

Parece ser que nuestra especie “homo sapiens” pobló el continente africano y Eurasia, para luego expandirse recientemente por América, a través del estrecho de Behring y pudo eliminar por competencia a todas las demás especies del género “homo”.