LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS

Las causas que motivaron la evolución del genero “homo” hasta nuestra especie “sapiens” debemos buscarlas en primer lugar en la necesidad de superar las condiciones medioambientales adversas, derivadas de los cambios climáticos, que les obligaron a dejar la protección del bosque, superar el frio de las glaciaciones, sustituir en parte los alimentos vegetales por alimentos animales, ante el hecho de la desaparición de los bosques y las desertizaciones.

Recordemos que durante las glaciaciones la acumulación de hielo y nieve hizo que el agua de los mares se retirara y descendiera el nivel del mar unos 150 metros, quedando así muchas islas actuales convertidas en penínsulas, que pudieron ser fácilmente accesibles para los seres humanos.

Las especies fundamentalmente herbívoras y vegetarianas empiezan a sufrir de inanición y deben sobrevivir adaptándose a consumir otros alimentos de origen animal, haciéndose omnívoras por una imperiosa necesidad de supervivencia.

La estabilidad medioambiental no ha sido la norma en el planeta tierra, mas al contrario la variabilidad climatológica ha propiciado cambios climáticos extraordinarios en los que los habitantes de la superficie terrestre han tenido que adaptarse continuadamente al cambiar la selva por la tundra, el bosque por la sabana, la tierra firme por el lago, los humedales por desiertos, etc.

Se calcula que el uso controlado del fuego se pudo llegar a emplear desde hace 1,5 millones de años, pero no hay duda alguna de que los Neanderthales de hace medio millón de años y los individuos de nuestra especie, intencionadamente también lo utilizaron, dominando su tecnología.

Hace unos 10.000 años con el final de la última glaciación y la consiguiente mejora de las condiciones climatológicas se modificaron progresivamente los métodos de obtención de alimentos, reduciéndose la actividad de la caza, mientras se desarrollaba la domesticación de los animales gregarios y la ganadería. De forma paralela se reduce la actividad recolectora libre y se van experimentando los inicios de la agricultura de cereales y leguminosas.

Estos cambios permitieron un rápido crecimiento demográfico, la formación de núcleos importantes de poblaciones, el contacto entre los diferentes pueblos y la expansión de las culturas más desarrolladas. Todo debido a la socialización del conocimiento, de las tecnologías y de la cultura en general que disfrutamos en la actualidad.

Únicamente las especies mejor dotadas y las más flexibles han podido sobrevivir a unos cambios tan extremos.