DEFINICIÓN Y ORIGEN

Llamamos cáncer a un conjunto de enfermedades en las que el organismo ha producido un exceso de células anormales (conocidas como malignas, cancerígenas o cancerosas), cuyo crecimiento y desarrollo se sitúa fuera de los límites considerados como normales. Cuando el crecimiento celular sobrepasa los limites locales, se puede producir una invasión de los tejidos vecinos e incluso llegar a establecerse en otro territorio del organismo. A esta propagación a distancia se le conoce con el nombre de metástasis y se lleva a cabo desde las células cancerígenas  por vías linfática o sanguínea, hasta los lugares de destino de los nuevos tumores. Esta característica diferencia a los tumores malignos de los benignos, que crecen en su lugar de origen, pero no invaden otros tejidos, ni producen metástasis.

Otra característica de las células normales es su crecimiento ordenado, que al sentir el contacto con las células vecinas, frenan su reproducción, al contrario de las células malignas que crecen alocadamente y tienden, en general, a formar tumores, excepto algunos tipos especiales de cánceres como la leucemia.

 

La predisposición a desarrollar un cáncer es debida a la presencia de algún tipo de anormalidad en el material genético de las células, bien provocado por agentes carcinógenos, como radiaciones, productos químicos contaminantes, agentes infecciosos, etc., por adquisición de anormalidades genéticas cancerígenas, durante la replicación normal del ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma, o por anormalidades genéticas heredadas directamente desde el nacimiento.

Un diagnóstico completo de cáncer debe incluir el tipo de cáncer, su localización, el estado evolutivo y la extensión de la enfermedad, pues en lo estadios iniciales suele confundirse con otras patologías de sintomatología parecida.

La clasificación del cáncer puede hacerse según el tejido orgánico a partir del cual las células cancerosas se han desarrollado y para que un diagnóstico se considere definitivo se requiere la confirmación mediante un examen histológico, aunque las sospechas iniciales pueden surgir a partir de ciertos síntomas, hallazgos radiográficos y otras pruebas complementarias. También la presencia de marcadores moleculares específicos pueden ser útiles en el diagnóstico, así como para determinar tratamientos individuales.

Una vez detectado el cáncer, se procede a su evaluación, pronóstico y diseño del tratamiento más conveniente, combinando de la manera más ajustada posible la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.

Existen programas de investigación a nivel internacional en los que se desarrollan planes terapéuticos y tratamientos específicos según el tipo de cáncer, valorando las características del propio paciente, tratando de actuar específicamente en contra de las anormalidades moleculares de los tumores y minimizando las agresiones a las células normales.

En el mundo occidental la mayoría de los cánceres suelen ser tratados y bastantes de ellos curados, dependiendo de diversos factores como la respuesta inmunitaria del paciente, el tipo de tumor, su localización y el estado evolutivo en el que se encuentre.

Cada vez se descubren nuevas y complejas interacciones entre el material genético, los carcinógenos y el medioambiente en el que se desenvuelve el ser humano, tratando de buscar los motivos por los que algunos individuos desarrollan cáncer después de una exposición a carcinógenos y otros no.

Cierto es que el pronóstico del Cáncer cada día es menos sombrío, que las remisiones totales son mas frecuentes y que los tratamientos van siendo menos agresivos y más eficaces. No obstante hay que dejar claro que el asentamiento y proliferación de las  células cancerosas va precedida de una importante disminución de las defensas.

Sabemos que nuestro organismo se está renovando vertiginosamente todos los días de nuestra existencia. Cada 24 horas nos nacen y crecen varios millones de células, que algunos autores cifran entre 50 y 100 millones de unidades, algunas de las cuales salen defectuosas y con distintos grados de anormalidad.