LOS RIESGOS

Se está definiendo la obesidad como la epidemia del siglo 21, que está afectando cada día a mayor número de personas en el primer mundo. Las estadísticas concluyen que ha aumentado la obesidad en los niños españoles un cuatrocientos por cien, durante los últimos veinte años.

Esta subida de la obesidad nos tiene que poner en guardia y encender todas las alarmas, pues nos está indicando la presencia de un desorden alimentario, que suele estar asociado a múltiples enfermedades metabólicas, cardiovasculares y degenerativas.

Las autoridades sanitarias deberían tomárselo más en serio y advertir a la población del grave riesgo de enfermedad que estamos padeciendo ahora mismo.

Por otros estudios también sabemos que los niños obesos serán, en un 80% adultos obesos, y que la obesidad esta directamente implicada en la mortalidad y morbilidad por las enfermedades cardiovasculares, por las metabólicas, por las osteomusculares y por el cáncer.

Las estadísticas nos dicen que en el mundo hay 2.000 millones de personas obesas y que solo en los EE UU se gastan 2.200 millones de dólares anuales para adelgazar, entre dietas, gimnasios, fármacos, programas de intervención, cirugías paliativas, educación para la salud, etc.

Si corregimos la obesidad, mediante una correcta reordenación alimentaria, estaremos permitiendo que nuestro organismo desarrolle las capacidades regeneradoras, heredadas de nuestros ancestros, y que supere la mayor parte de las enfermedades crónicas.