Investigadores de EE. UU. reunieron datos de 20 estudios anteriores, y hallaron
que un índice de masa corporal (IMC) superior a 40, lo que se considera como
obesidad grave, aumenta las probabilidades de muerte prematura por enfermedad
cardiaca, cáncer y diabetes, en comparación con las personas con un peso normal.
"Hallamos que las tasas de muerte en los adultos gravemente obesos eran unas 2.5
veces más altas que en los adultos en el rango de peso normal", señaló la
investigadora líder, Cari Kitahara, miembro investigadora del Instituto Nacional
del Cáncer de EE. UU.
La obesidad grave explica 509 muertes excesivas por cada 100,000 hombres cada
año, y 382 muertes excesivas por cada 100,000 mujeres, advirtió.
No está claro si perder peso mejoraría la esperanza de vida, apuntó Kitahara.
Pero no hacerse obeso en primer lugar alargará la vida, añadió.
El equipo de Kitahara calculó que, en comparación con las personas de peso
normal, las personas gravemente obesas reducían sus vidas en entre 6.5 y 13.7
años. Eso es similar a la reducción provocada por fumar, comentó.
El IMC es un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso. Por
ejemplo, una persona de 5 pies y 4 pulgadas (1.62 metros) de estatura y 235
libras (107 kilos) de peso se considera gravemente obesa. De forma similar, si
alguien pesa 280 libras (127 kilos) y tiene 5 pies y 10 pulgadas (casi 1.80
metros) de estatura, su IMC es de 40. En comparación, un IMC de entre 18.5 y
24.9 se considera como un peso saludable.
Alrededor del 6 por ciento de los adultos de EE. UU. son gravemente obesos,
según la información de respaldo del informe, que aparece en la edición en línea
del 8 de julio de la revista PLOS Medicine.
El Dr. David Katz, director del Centro de Investigación sobre la Prevención de
la Universidad de Yale en New Haven, Connecticut, dijo que los hallazgos del
estudio subrayan unas inquietudes existentes.
"Hace mucho que tenemos evidencias claras y convincentes de que la obesidad se
relaciona con las enfermedades crónicas importantes que asolan a las sociedades
modernas: las enfermedades cardiacas, el cáncer, el accidente cerebrovascular,
la diabetes, la demencia y otras", advirtió Katz.
La obesidad grave es más peligrosa que los grados más bajos de obesidad, y las
tasas de obesidad grave están en un aumento marcado, añadió. "También tenemos
datos que muestran que la tasa de muerte por obesidad está en aumento", dijo.
Katz comentó que los tratamientos efectivos para la obesidad pueden ayudar en
algo. "Pero se puede abordar mucho mejor mediante la prevención, dado que la
obesidad grave raras veces es inevitable en primer lugar", planteó.
Para el estudio, los investigadores se enfocaron en investigaciones previas con
casi 10,000 personas gravemente obesas que nunca habían fumado ni tenido ninguna
enfermedad crónica. Compararon a esas personas con unos 304,000 adultos con un
peso normal.
Durante el periodo del estudio de 30 años, los hombres y mujeres gravemente
obesos tenían más probabilidades de morir en comparación con las personas con un
peso normal, hallaron.
La enfermedad fue el factor más importante vinculado con la muerte entre los
gravemente obesos, seguida por el cáncer, la diabetes y las enfermedades renales
y hepáticas.
Además, el riesgo de morir de cualquiera de esas afecciones aumentó junto con el
peso.
Pero los hallazgos están limitados porque las personas reportaron su propio peso
y estatura para calcular el IMC, y también porque el IMC fue la única medida de
obesidad utilizada, apuntaron los investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Cari Kitahara, Ph.D., research fellow, division of cancer epidemiology
and genetics, U.S. National Cancer Institute; David Katz, M.D. M.P.H., director,
Yale University Prevention Research Center, New Haven, Conn.; July 8, 2014, PLOS
Medicine, online
HealthDay