El estudio contó con 147 personas de a partir de 60 años de edad a los que se
realizó un seguimiento durante 4 años. Cada dos años, comprobaron sus niveles de
la hormona del estrés (el cortisol), sus síntomas de depresión y el grado de
autoestima. La autoestima se midió a partir de las respuestas a preguntas tales
como si una persona se sentía inútil.
Los investigadores también observaron los factores personales y de salud, como,
por ejemplo, si una persona estaba casada o soltera, el estatus económico y el
riesgo de muerte.
El estudio halló que mantener o mejorar la autoestima podría ayudar a que se
eviten problemas de salud que se asocian típicamente con el envejecimiento,
según los investigadores de la Universidad de Concordia, en Montreal.
Cuando la autoestima de las personas se reduce, tienen un aumento de los niveles
de cortisol, y viceversa. El vínculo entre la autoestima y los niveles de
cortisol era especialmente fuerte en las personas con antecedentes de estrés y
depresión.
Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista
Psychoneuroendocrinology.
"Dado que la autoestima se asocia con el bienestar psicológico y la salud
física, aumentar la autoestima sería un modo ideal para ayudar a prevenir
problemas de salud en un momento posterior de la vida", afirmó la colíder del
estudio, Sara Liu, en un comunicado de prensa de la universidad.
"Mejorar la autoestima ofrece beneficios de salud reales a las personas mayores.
La última solución podría ser evitar que la autoestima se reduzca", añadió.
Este estudio observó los niveles de cortisol, pero las investigaciones futuras
podrían examinar cómo afecta la autoestima al sistema inmunitario, añadió Liu.
Aunque el estudio encontró una asociación inversa entre la autoestima de las
personas mayores y los niveles de cortisol, no estableció causalidad.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Concordia University, news release, March 12, 2014
HealthDay