El estudio incluyó a 58 mujeres con una edad promedio de 53 años a quienes se
preguntó sobre los niveles de estrés el día anterior y a quienes luego se
suministró una comida que incluía 930 calorías y 60 gramos de grasa. Los
investigadores de la Universidad Estatal de Ohio midieron cuánto tiempo tardaron
las mujeres en quemar esas calorías y grasa.
En promedio, las mujeres que habían tenido uno o más eventos estresantes en las
24 horas anteriores quemaron 104 calorías menos en las siete horas tras comer la
comida que las que estuvieron libres de estrés.
A diario, esa diferencia podría acumularse en un aumento de peso de casi 11
libras (5 kilos) al año, advirtieron los investigadores.
Las mujeres estresadas también tenían unos niveles más altos de la hormona
insulina, que contribuye al almacenamiento de la grasa, según el estudio, que
aparece en la última edición de la revista Biological Psychiatry.
Los hallazgos muestran que "con el tiempo, los factores estresantes podrían
conducir al aumento de peso", aseguró en un comunicado de prensa de la
universidad la autora líder del estudio, Janet Kiecolt-Glaser, profesora de
psiquiatría y psicología.
"A partir de otros datos sabemos que somos más propensos a comer alimentos
malsanos cuando estamos estresados, y nuestros datos señalan que cuando comemos
los alimentos malsanos, es más probable que haya aumento de peso porque quemamos
menos calorías", planteó.
Estudios anteriores han hallado que las personas que están estresadas o tienen
otros problemas del estado de ánimo están en un mayor riesgo de acumular
sobrepeso o convertirse en obesas. Los nuevos hallazgos sugieren un motivo de
esa posible conexión, plantearon Kiecolt-Glaser y sus colaboradores.
"Sabemos que no siempre podemos evitar los factores estresantes en nuestras
vidas, pero una cosa que podemos hacer para prepararse para eso es tener comida
saludable en la nevera y en la despensa, de forma que cuando surjan esos
factores estresantes, podamos elegir algo saludable en lugar de recurrir a una
opción muy cómoda pero rica en grasa", aconsejó en el comunicado de prensa la
coautora del estudio, Martha Belury, profesora de nutrición humana.
El estudio sugirió una conexión entre el estrés y el aumento de peso, pero no
probó la existencia del vínculo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Ohio State University, news release, July 14, 2014
HealthDay